Mensajes recibidos por

María Matea

1989

31 de Octubre de 1989

 

HABLA SOBRE LA APOSTASÍA.  HABLA DE LA GRAN BATALLA FINAL QUE ELLA LIBRA CONTRA LAS FUERZAS DEL MAL.  TAMBIÉN HABLA SOBRE EL VALOR DE LA PENITENCIA.  CONTIENE UNA ORACIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA PARA REZAR AL ÁNGEL DE LA GUARDA

 

Para los videntes:

 

“Amadísimos hijos de mi Inmaculado Corazón: En estos días que desde ya vivís me veréis con vuestros ojos de la carne como si fuere vuestra sombra detrás de vosotros.  Acordaos que yo cuido de vuestros pasos.  Voy delante y detrás porque vosotros estáis dentro de mi Inmaculado Corazón.  Redoblad vuestros esfuerzos de oración y mansedumbre de corazón.

 

Sigilosamente el enemigo trata de inyectar su veneno en vosotros.  Si no os soltáis de mi mano, nada os pasará.  Por eso rogad insistentemente con el rezo del Santo Rosario, para que mi Dios os dé la fortaleza que necesitáis; pues muchas de vuestras turbaciones y perturbaciones se deben a vuestra falta de rezar las partes del Santo Rosario diariamente.

 

Rezad, rezad con todas las oraciones que sepáis, orad constantemente y que sea esa vuestra oblación continua; pues es dura la batalla final que deben librar mis hijos.  Observad la obediencia a mi amado y Divino Hijo el Señor y a mi Corazón Inmaculado.   Vosotros sois mis corsarios de amor que ganan para el cielo muchas batallas.  Pues esta gran batalla final se compone de pequeñas batallas cotidianas en vuestras vidas y vuestro quehacer.  Orad mucho con el rezo del Santo Rosario, vuestra oración personal y la comunión reparadora que es aquella que ofrecéis por el perdón, remisión y conversión de vuestros hermanos de toda la humanidad.  Eso es lo que hace dar duros golpes mortales al enemigo, que debilitado está cada vez más.

 

¡¡¡Mi Corazón Inmaculado está triunfando!!!  Cada dolor vuestro vivido con amor, paz y paciencia acrecienta mi triunfo.  Regocijaos en mi amor de Madre que os asiste en todo momento, aunque a veces parezca lo contrario.  Llorando os he alzado en mis brazos y ya confortados os he dejado caminando.  Sólo mi mano y la de mi Hijo Divino, puede tocar vuestros corazones para llenarlos de paz, amor y consuelo.  Pero la confianza plena es lo que no dejáis todavía entrar en vuestros corazones.  Recordad, mis amados: ante la prueba mirad la mano de vuestra Madre que se os tiende para ayudaros, y no veáis tanto la prueba; porque esa ya ha sido vencida por mí.  Mirad a mi Hijo que os ama con ternura y con amor eterno desde el principio de los tiempos.  No penséis en lo duro de la prueba porque así os costará actuar en confianza agradable a mis ojos.

 

En tiempos de la Apostasía se conmoverán los cimientos de la fe en Dios en la tierra entera.

 

Por eso os pido que os arrepintáis de corazón de vuestras faltas y así alcanzaréis misericordia.  Graves peligros acechan al mundo y a vuestras patrias.  La amenaza de una guerra nuclear aún está suspendida por vuestras oraciones.  No os desaniméis en vuestros rezos.  No os asustéis cuando todos los días tengáis noticias de alguna llamada de atención, pues muchas catástrofes se avecinan, sólo la oración os acercará a mi Dios y sólo así os salvaréis.

 

Acordaos de mis palabras.  Saludad al Santísimo Sacramento continuamente en donde estéis.

 

Paz, paz, paz, mis pequeños videntes, que son el pequeño rebañito de mi Corazón Inmaculado.

 

Os bendigo en amor y providencia, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén”.

 

Oración al Ángel de la Guarda

 

Santo Ángel de mi Guarda puesto por el Señor para mí.  Para mí fuiste creado como guardián y protector.  Yo te ruego Ángel Bendito que me libres de los lazos del maligno, tanto de día como de noche hasta ponerme en la gloria de Dios. Amén.

 

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